Un video para reflexionar sobre la crisis económica.
28 de agosto de 2009
11 de agosto de 2009
CIRCO, DINERO Y ROCK N' ROLL
El gran suceso de los últimos tiempos en la economía internacional es la realización de la industria creativa, su aceptación como fuente inagotable de ingresos y como oportunidad de negocio.
La economía creativa es la forma en que se hace dinero a partir de las ideas y de su transformación en bienes y servicios culturales. Las artes y la cultura son el pilar de esta economía donde tienen cabida la arquitectura, las artes vivas, las artes plásticas, escénicas, los medios audiovisuales, el diseño industrial, el de web, el gráfico, el de modas, la música, las comunicaciones de marca, las manufacturas, las publicaciones impresas y todo el patrimonio intelectual.
Esta industria ofrece, como gran cualidad, innovación, necesaria para la supervivencia de todos los oficios. Esta innovación es aplicada a la creatividad común y es por esta razón que la industria creativa puede servir de soporte para otras tareas que necesiten de una nueva dosis de vitalidad, beneficiando siempre al usuario final.
Dentro de los productos de las industrias creativas existe un gran número de ellas que tiene poco riesgo de inversión en el momento de producción, cosa que es una excelente noticia a aquellos que desean exportar un producto con alta posibilidad de generación de valor agregado.
El fenómeno comercial que significó La pelota de letras de Andrés López logró que el entretenimiento fuera visto como una herramienta poderosa para el acercamiento a un público. Por eso es que las empresas de comunicaciones de marca prestaron atención a las manifestaciones artísticas para explotarlas como medio publicitario. Esto no es nuevo, pero sí se da con mayor fuerza que hace 5 años.
Los departamentos de recursos humanos dicen estar cansados de llevar a sus colaboradores lo mismo de siempre: mariachis el día de la secretaria, orquesta tropical en fin de año, cine y teatro corriente para los empleados en general. Indicador de que existen mercado que exige métodos novedosos de entretenimiento.
El diseño de interfaces, software y demás está alcanzando records nunca antes vistos. Facebook y sus adictivas aplicaciones son ejemplos perfectos. ¿Se han fijado en la cantidad de publicidad generada a través de esta página? Este medio tiene una alta efectividad que se ha podido demostrar en la experiencia… Ahora genera manuales de gestión viral de marcas que se pueden descargar de su página.
La aparición reciente de corporaciones donde el negocio es la gestión cultural es otro indicador de salud en términos de mercado. Existen necesidades que nadie había contemplado como oportunidades lúdicas que, comparadas a las industrias comunes, pueden tener un altísimo margen de utilidad.
Sería un ejercicio interesante hacer investigaciones que respalden el evidente crecimiento del sector de la industria creativa, pero sin éstas ya comienzan a hacerse notar los gestores culturales del futuro. Los que confían en el potencial de la creatividad intuyen, con certeza, que ésta servirá para despertar a un mercado de su letargo y al mismo funciona como motor del entretenimiento, que es una necesidad vital.
La base del lucro en la industria creativa es el adecuado manejo de todo lo relativo a la propiedad intelectual. Aún falta mejorar las protecciones en cuanto a leyes y políticas, pero para lograrlo se requiere de normas que velen por el bienestar social de los involucrados y propendan por el desarrollo económico de este sector que bien puede ser, en un futuro cercano, tan importante como la agricultura o el sector automotriz.
Los creativos no pueden subestimar el valor de sus ideas, y de este mismo modo no puede morir de hambre. Y es que muchos piensan que la cultura vale menos que los demás productos comerciales.
La función del gobierno y otros entes será la de mejorar las leyes educativas, de propiedad intelectual, generar soportes económicos, técnicos, etc. para que la función de la industria creativa sea más eficiente.
La cultura toma diferentes formas que no necesariamente le hacen perder sus valores dentro de la identidad de una nación. Colombia no está tan atrás como se podría pensar, los creativos nacionales toman fuerza y adquieren valor para el mundo por el potencial que les da nuestra idiosincrasia; los naradores orales son bastante reconocidos a nivel internacional: el cine de Colombia toma una nueva fuerza que le hace llegar a otros mercados; la música se ha convertido en un nuevo embajador; y así hasta el infinito.
Obviamente, en ésta, como en cualquier otra industria, hay que manejar a los usuarios con cuidado. Hay que eliminar el concepto de consumidor y hacerlo pasar a ser un usuario permanente. Eso se logra con muchísima paciencia y tolerancia al “no” de los que no se interesan por este tipo de productos. Los procesos tienen un valor adicional para los que trabajan en ella: se divierten haciéndola. ¿Han pensado cómo trabajan los que hacen un videojuego? ¿Se imaginan cómo es hacer un espectáculo de humor? En ambos casos, el entretenimiento no es sólo para el usuario sino para los programadores, humoristas y el resto de los involucrados… Y lo mejor es que les pagan por ello.
La recreación y la cultura aún son mercados inhóspitos, pues la falta de creatividad de los que se desempeñan en esta industria hace que se trabaje sobre los mismos cánones anticuados. En este ámbito ya se exige que el sector se alimente de otras cosas. Ahí es que puede estar la gran oportunidad de muchos que esperan que el mundo les brinde un espacio para trascender y no morir en el intento.
Texto publicado originalmente en 2008 en la página web de la revista P&M.
La economía creativa es la forma en que se hace dinero a partir de las ideas y de su transformación en bienes y servicios culturales. Las artes y la cultura son el pilar de esta economía donde tienen cabida la arquitectura, las artes vivas, las artes plásticas, escénicas, los medios audiovisuales, el diseño industrial, el de web, el gráfico, el de modas, la música, las comunicaciones de marca, las manufacturas, las publicaciones impresas y todo el patrimonio intelectual.
Esta industria ofrece, como gran cualidad, innovación, necesaria para la supervivencia de todos los oficios. Esta innovación es aplicada a la creatividad común y es por esta razón que la industria creativa puede servir de soporte para otras tareas que necesiten de una nueva dosis de vitalidad, beneficiando siempre al usuario final.
Dentro de los productos de las industrias creativas existe un gran número de ellas que tiene poco riesgo de inversión en el momento de producción, cosa que es una excelente noticia a aquellos que desean exportar un producto con alta posibilidad de generación de valor agregado.
El fenómeno comercial que significó La pelota de letras de Andrés López logró que el entretenimiento fuera visto como una herramienta poderosa para el acercamiento a un público. Por eso es que las empresas de comunicaciones de marca prestaron atención a las manifestaciones artísticas para explotarlas como medio publicitario. Esto no es nuevo, pero sí se da con mayor fuerza que hace 5 años.
Los departamentos de recursos humanos dicen estar cansados de llevar a sus colaboradores lo mismo de siempre: mariachis el día de la secretaria, orquesta tropical en fin de año, cine y teatro corriente para los empleados en general. Indicador de que existen mercado que exige métodos novedosos de entretenimiento.
El diseño de interfaces, software y demás está alcanzando records nunca antes vistos. Facebook y sus adictivas aplicaciones son ejemplos perfectos. ¿Se han fijado en la cantidad de publicidad generada a través de esta página? Este medio tiene una alta efectividad que se ha podido demostrar en la experiencia… Ahora genera manuales de gestión viral de marcas que se pueden descargar de su página.
La aparición reciente de corporaciones donde el negocio es la gestión cultural es otro indicador de salud en términos de mercado. Existen necesidades que nadie había contemplado como oportunidades lúdicas que, comparadas a las industrias comunes, pueden tener un altísimo margen de utilidad.
Sería un ejercicio interesante hacer investigaciones que respalden el evidente crecimiento del sector de la industria creativa, pero sin éstas ya comienzan a hacerse notar los gestores culturales del futuro. Los que confían en el potencial de la creatividad intuyen, con certeza, que ésta servirá para despertar a un mercado de su letargo y al mismo funciona como motor del entretenimiento, que es una necesidad vital.
La base del lucro en la industria creativa es el adecuado manejo de todo lo relativo a la propiedad intelectual. Aún falta mejorar las protecciones en cuanto a leyes y políticas, pero para lograrlo se requiere de normas que velen por el bienestar social de los involucrados y propendan por el desarrollo económico de este sector que bien puede ser, en un futuro cercano, tan importante como la agricultura o el sector automotriz.
Los creativos no pueden subestimar el valor de sus ideas, y de este mismo modo no puede morir de hambre. Y es que muchos piensan que la cultura vale menos que los demás productos comerciales.
La función del gobierno y otros entes será la de mejorar las leyes educativas, de propiedad intelectual, generar soportes económicos, técnicos, etc. para que la función de la industria creativa sea más eficiente.
La cultura toma diferentes formas que no necesariamente le hacen perder sus valores dentro de la identidad de una nación. Colombia no está tan atrás como se podría pensar, los creativos nacionales toman fuerza y adquieren valor para el mundo por el potencial que les da nuestra idiosincrasia; los naradores orales son bastante reconocidos a nivel internacional: el cine de Colombia toma una nueva fuerza que le hace llegar a otros mercados; la música se ha convertido en un nuevo embajador; y así hasta el infinito.
Obviamente, en ésta, como en cualquier otra industria, hay que manejar a los usuarios con cuidado. Hay que eliminar el concepto de consumidor y hacerlo pasar a ser un usuario permanente. Eso se logra con muchísima paciencia y tolerancia al “no” de los que no se interesan por este tipo de productos. Los procesos tienen un valor adicional para los que trabajan en ella: se divierten haciéndola. ¿Han pensado cómo trabajan los que hacen un videojuego? ¿Se imaginan cómo es hacer un espectáculo de humor? En ambos casos, el entretenimiento no es sólo para el usuario sino para los programadores, humoristas y el resto de los involucrados… Y lo mejor es que les pagan por ello.
La recreación y la cultura aún son mercados inhóspitos, pues la falta de creatividad de los que se desempeñan en esta industria hace que se trabaje sobre los mismos cánones anticuados. En este ámbito ya se exige que el sector se alimente de otras cosas. Ahí es que puede estar la gran oportunidad de muchos que esperan que el mundo les brinde un espacio para trascender y no morir en el intento.
Texto publicado originalmente en 2008 en la página web de la revista P&M.
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